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Las abuelas latinas son conocidas por cocinar deliciosos y abundantes platillos, pero ¿Sabías que además de eso, son unas expertas en remedios? Si lo dudas ¡Sigue leyendo!

La lista es larga: jengibre contra las náuseas; manzanilla para combatir una gastritis; nuez moscada contra la diarrea… Nadie pretende que la botica de la abuela sustituya una visita al médico, pero si pueden ayudar a aliviar algún dolor ¿por qué no usarlos?

Caldo de pollo contra la gripe
Por sencillo que parezca el caldito de pollo tiene verdaderamente propiedades curativas. Según un estudio realizado por la Universidad de Cambridge el caldo de pollo al ser un alimento caliente, con sodio, ayuda a rehidratar y eliminar la mucosidad que se desarrolla durante un resfriado. También disminuye la ansiedad y genera saciedad ¡Toda una maravilla!

Miel con limón para los resfriados
¿Te duele la garganta? Antes de tomar un antibiótico, prueba con una de estas mágicas y deliciosas infusiones calientes. Es son muy eficaces para aliviar el malestar de garganta y aminorar la tos. ¡Te caerá de perlas!

¿Estas agitad@? Toma un té de manzanilla
En una taza con agua calientita y manzanilla tendrás dos sustancias químicas que te harán sentir más relajado: apigenina y luteolina. Ayudarán a disminuir los síntomas de ansiedad.

Frío para el dolor de cabeza
El hielo contra las migrañas está documentado desde el siglo XIX. Se ha comprobado que el 77 por ciento de los que sufren de migrañas, mejora si aplican frío en su cuello durante 30 minutos.

Estos son solo algunos de las decenas de remedios de las abuelas para los dolores del cuerpo. Si el dolor es del alma o del corazón, el más eficaz es acostarse a dormir: al día siguiente, después de un descanso reparador todo se ve mejor.

Cuéntanos ¿Cuáles eran los remedios de tu abuela?