El bullying y nuestros hijos: preparándolos para aceptar sus diferencias.
El bullying es uno de los mayores problemas de la sociedad americana actual. Según cifras recientes, uno de cada 4 niños en edad escolar, lo sufre o lo fomenta. El acoso escolar, que antes era un secreto a voces, ha conseguido la atención de todos y medidas han empezado a implementarse para tratar de prevenirlo.
Aunque en el colegio lo traten de impedir y lo sancionen, el trabajo más importante es el que se realiza en casa. Como padre, lo primero que debes hacer es establecer un canal de comunicación con tus hijos, uno que sea sólido y eficaz de manera tal que, ante algún tipo de irregularidad con visos de acoso, tus niños acudan a ti para contarte lo ocurrido. Hay chicos más abiertos que otros, si no te cuentan voluntariamente, pregúntales y está muy atento ante signos de alerta tales como: cambios en el apetito, moretones sin explicación y variaciones en el humor.
Si llegas a detectar que tu hijo está siendo víctima del bullying hazte presente en la escuela y habla con sus maestros para que pongan atención a la dinámica entre compañeros de clase. Si, por otro lado, tu hijo es el bully, igualmente, la clave es conversar con él y tratar de indagar qué lo está llevando a actuar de esa manera, las reacciones violentas suelen ser formas de llamar la atención acerca de problemas que no han sido bien canalizados.
Haber nacido en una familia de inmigrantes puede hacerles sentir diferentes. Refuérzales las virtudes de ser multiculturales, hablar dos idiomas y contar con el conocimiento a fondo de otra cultura. Hazlos sentir orgullosos de sus orígenes, de esta manera podrán defenderse por sí mismos, en caso de que alguien quiera usar ese punto para hacerlos sentir mal.
En algunas escuelas han comenzado a usar un método finlandés llamado KIVA para disminuir el bullying. Además de crear escuadrones que se encargan de educar a los chicos; acerca de que es correcto y que es acoso, se enfocan en el papel de los testigos. Cuando los que están alrededor de una situación de bullying dejan de reírse o mantenerse en silencio, el acosador pierde parte de su poder, ya no se siente tan grande, mientras la victima experimenta el apoyo del grupo y se percibe como menos indefensa.
Cuéntanos ¿Tú o tus hijos han sido víctimas del bullying? ¿Cómo hiciste para manejarlo? Comparte tu historia en los comentarios.