Parte de lo que hace grande a Estados Unidos es el hecho de haber recibido a inmigrantes de tantas coordenadas del mundo. Es muy probable que a pesar de que vivas aquí, hayas nacido en otro lugar, donde probablemente el desayuno típico no sean los panqueques con sirope.
No siempre resulta fácil explicarles a nuestros hijos la profunda conexión que tenemos con nuestro país de origen y a veces dejamos, simplemente, que adopten las costumbres de aquí, sin fomentar el amor hacia esa cultura que también les pertenece, pues la llevan en su sangre.
¿Qué tan presente tienen tus pequeños las usanzas de tu tierra? ¿Hablan el idioma y entienden tus modismos? ¿Les gusta la comida, la música?
Es común que las segundas generaciones de inmigrantes se identifiquen menos que las primeras, con la nostalgia que los recuerdos relacionados con el país del que se es oriundo genera. A fin de cuentas, si nacieron aquí o vinieron muy pequeños, para ellos su nación es esta.
¿Qué tal si te propones en este 2018 mostrarles de verdad lo que ser mexicano, colombiano, brasilero, peruano o argentino (por nombrar algunos) significa?
Aquí te dejamos algunas ideas:
- Prepara tu plato típico e invítalos a que sean tu sous chefs.
- Vayan a ver alguna exposición, show o película de tu patria.
- Muéstrales fotos de cuando era pequeñ@ y cuéntales de qué manera te divertías en tu niñez, o mejor aún ¡Jueguen algunos de tus juegos!
- Baila con ellos tus canciones típicas favoritas.
- Regálales un libro de viajes dedicado a tu país.
- Siémbrales el amor por el equipo nacional del deporte de tu preferencia.
Hay muchas cosas que puedes hacer, pero lo más importante es que les dejes saber que contar con una mezcla cultural no es una desventaja ¡Todo lo contrario! Es una fortuna, tan grande como la distancia que se te separa de esa ciudad, a la que le dijiste adiós hace tanto tiempo.
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