El uso de las pantallas faciales se está haciendo más común gracias a sus ventajas para protegerse ante el Covid-19.
De acuerdo a un publicación de la Asociación Médica Estadounidense, estas pantallas protegen todos los canales de transmisión del virus y ayuda a que no toquemos nuestro rostro con las manos inconscientemente en momentos de exposición.
A diferencia de los tapabocas, no hace falta quitarse las cubiertas para facilitar la comunicación y pueden reutilizarse indefinidamente. Pueden limpiarse fácilmente con agua y jabón o desinfectantes comunes.
Los especialistas recomiendan el uso de esta pantalla protectora con una mascarilla regular, para así optimizar las medidas contra el Covid-19.
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