¿Ayudarías a un extraño en la calle? Digamos que se cayó de su bicicleta y no se ve seguro solo en medio de la calle…
Cuando pensamos en la idea de aportar más a la comunidad, generalmente nos imaginamos haciendo algo fastidioso. Podemos vernos a punto de dormir en la reunión del condominio o ayudando sin ganas al menos afortunado.
La verdad es que todo dependerá del cristal con el que se mire. ¿Por qué nos cuesta tanto colaborar con lo que nos ayuda? ¡Si, lo que nos ayuda! La respuesta rápida es porque lo damos por sentado. Créelo o no, la entrada de tu casa no está limpia y despejada por casualidad, y tu vecindario no es seguro por suerte tampoco.
Qué tal si decimos para este 2019 ser más activos: Reciclar, voluntariar, hablar, participar. Si necesitas un impulso; recuerda esto: no lo haces por quien lo necesita, lo haces por ti. Involucrarte te hará darte cuenta de lo que tienes.
- Reuniones escolares
- Colaboraciones a los enfermos
- Dar ‘realmente’ ayuda al que busca empleo
- Donar y no botar la ropa que ya no usas
- Adoptar mascotas sin hogar
- Abrir las puertas de tu casa
- Hacer las Navidades de los niños sin hogar unas, mucho mejores
¡Anótate en todo!
Colaborar más en casa es ayudar también, aunque no lo creas, estas siendo amable con tu familia y trabajando para generar un mejor ambiente. El foco de todo esto es el dar un poco de tu tiempo y tu energía para algo más, algo mayor y mejor.
Llega la noche y el sentimiento de ”cumplimiento” no siempre te lo da el trabajo, pero la tarea de haber hecho algo para alguien más, un detalle, ‘alguito’, se siente tan lindo que te hará dormir con una sonrisa. ¡Trátalo!