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Entre las variables a las que deben adaptarse los animales está lidiar con su propia temperatura corporal. Reptiles, anfibios, insectos y peces deben buscar formas ingeniosas para sobrevivir. Conozcamos a los animales de sangre fría.
LUNES
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ANIMALES DE SANGRE FRÍA
Esta semana nos ocuparemos de los animales que más necesitan de la naturaleza.
Además e alimento, estas criaturas requieren adaptarse al calor o al frío de sus ambientes. Porque si no eres capaz de regular la temperatura de tu cuerpo, la muerte es casi inevitable. Especialmente porque puedes quedarte sin energía a la hora de cazar o de ser cazado.
Animales de sangre fría: esos serán los protagonistas de este episodio.
Tienen literalmente los minutos contados para estar abajo del agua. De esta forma podrían entretenerse con su comida y correr el riesgo de una hipotermia. Una vez fuera del agua, estos animales buscan desesperadamente el sol y su color oscuro les ayuda a absorber mejor su calor. Además aprovechan para expulsar el exceso de sal que reciben del océano.
Estos lagartos son muy inteligentes y el hecho de que no les guste compartir hace que tengan que valerse por sí mismos desde muy pequeños. Además son muy susceptibles a los cambios de temperatura. Por ejemplo, un clima frío puede hacerlos más lentos pero también más agresivos mientras que con calor se les hace más fácil escapar a las amenazas.
Son de los animales que no pueden regular la temperatura de su cuerpo. Por eso han desarrollado una forma ingeniosa de templarse. De todas formas sus sistema no es demasiado complejo: consiste en estar siempre en el lugar adecuado.
Pertenece al 99% de especies animales que son de sangre fría. Este reptil vive más al norte que cualquier otros y debe adaptar su cuerpo para la hibernación. Por ejemplo, sus sangre se vuelve más espesa.Una vez que termina el duro invierno, comienza la búsqueda de pareja y para ello debe subir su temperatura.
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