Isabel

Isabell I de Castilla (1451-1504) fue infanta, princesa y luego reina. Hija de Juan II de Castilla e Isabel de Portugal, hermana del infante Alfonso y hermanastra de Enrique IV.

Su infancia y adolescencia no fueron sencillas. Quizá su carácter duro se moldeó a partir de las separación de su madre. Su relación con su hermano Alfonso siempre fue muy buena. Todo lo contrario ocurrió con su hermanastro Enrique IV.

Isabel se casó con Fernando de Aragón.

Isabel representó un avance en el papel femenino en la vida social. Se proclamó reina de Castilla en 1474 (bajo el nombre de Isabel I de Castilla, la Católica), y entre sus cualidades estaban la bondad, la fortaleza y la inteligencia.

Fernando de Aragón (1452-1516) Príncipe de Aragón y rey de Sicilia. Hijo de Juan II de Aragón y futuro esposo de Isabel de Castilla, llegó a ser rey de Aragón, de Sicilia, de Nápoles y de Castilla.
Entre Fernando e Isabel existían ciertas similitudes: el padre y hermanastro de ambos eran rivales y además los dos eran hijos de una segunda esposa de un rey. Desde su niñez aprendió de guerras y política.

El monarca era tacaño en casa y en el gobierno. Tenía fama de jugador y tenía un defecto que parecía más grave que los demás: la lujuria.

Una de sus mayores cualidades era su amor a la familia. Fue un buen político, hábil negociador y un excelente comunicador convincente, un hombre de firmes decisiones.