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EN FOCO CON NEIDA SANDOVAL

Los niños sin barba

El tráfico de niños crece en Afganistán bajo los ojos de las autoridades. En Foco investiga la práctica antigua de “bacha bazi”, donde niños vestidos de mujer son explotados para el entretenimiento de hombres.

ANTECEDENTES

Bacha bazi significa “jugar con los niños” en darí. Vestidos de mujer, maquillados, los chicos —de entre 10 y 18 años— son en ocasiones secuestrados y vendidos para ser utilizados como bailarines y juguetes sexuales en fiestas entre hombres.

Según los expertos, esta práctica pederasta en la que el niño es considerado un juguete que se usa para obtener placer y distraerse es una de las violaciones más crueles de los derechos humanos en Afganistán, y una fuente de conflicto y de inseguridad.

Sorprendentemente, la práctica Bacha Bazi es ampliamente aceptada en un país que por otro lado condena la homosexualidad como una perversión prohibida por el Islam. Por su parte, la ley afgana castiga la violación y la homosexualidad, pero no contiene ninguna disposición precisa sobre el Bacha Bazi.

Mientras el Occidente invierte miles de millones de dólares en la lucha contra los talibanes en el sur de Afganistán, una antigua tradición (prohibida cuando los talibanes estaban en el poder) ha resurgido en el resto del país. Muchos cientos de muchachos que viven en extrema pobreza son sacados de las calles con la promesa de una nueva vida lejos de la indigencia, sin saber que su destino real es ser utilizado para el entretenimiento por los señores de la guerra y otros hombres poderosos de Afganistán.

HOY EN DIA

COMISION INDEPENDIENTE DE DERECHOS HUMANOS DE AFGANISTAN (AIHRC)

  • Un informe de la Comisión Independiente de Derechos Humanos de Afganistán (AIHRC) señala que “Las víctimas, que son violadas regularmente, sufren graves traumas psicológicos. Presentan signos de estrés y de pérdida de autoestima, desesperanza y pesimismo. Bacha Bazi despierta temor entre los niños, pero también sentimientos de venganza y hostilidad”
  • El 25% de los agresores de Bacha Bazi tienen edades comprendidas entre los 21 y los 30 años, el 28% entre 31 y 40 años, el 28%, de 41 a 50 y el 8% entre 51 y 60 años.
  • La mayoría de las víctimas son niños menores de 18 años. Sin embargo, los jóvenes mayores de 18 años también pueden ser víctimas de Bacha Bazi. El 42% de las víctimas tienen entre 13 y 15 años de edad. El 45% entre 16 y 18. El otro 13% constituyen víctimas de 18 a 25 años.
  • El 29% de los perpetradores señalaron que adquieren a los niños a través de un pago y aprovechan su pobreza. El 13% que tienen acceso al niño a través de sus amigos. 9% han admitido el uso de la fuerza y amenazas para quedarse con los niños. Y otro 24% mencionó otros medios, que no son muy claros.
  • La forma más común de explotar a las víctimas es acostarse con ellas y usarlas sexualmente. Así lo revela el 39% de los encuestados. Bailar y divertirse constituyen el segundo factor más común de explotación. Por su parte, el 33% de las víctimas han admitido ser utilizadas sexualmente y el 31% han dicho que bailan ante sus perpetradores y los divierten.
  • 81% de las víctimas señalaron que quieren dejar este trabajo. El 58% de las víctimas confesó que han sufrido actos de violencia. Las más comunes son heridas, confinamiento y amenazas de muerte.

AIHRC RECOMENDACIONES

La AIHRC quiere que el gobierno criminalice las prácticas de Bacha Bazi y lo declare prohibido, modificando el Código Penal.
Que los patrones de acción sean integrados al derecho penal, etiquetándolos como un crimen.
Que se identifique a los niños victimizados y se les otorgue protección y apoyo. Así como atención y apoyo psicológico.
Que se combata la cultura de la impunidad y se fortalezca el estado de derecho para que los autores de Bacha Bazi sean castigados.
Que el gobierno y las organizaciones de la sociedad civil desarrollen un programa nacional para concientizar a las familias vulnerables sobre los daños del trabajo infantil, el secuestro de niños y específicamente sobre las prácticas de Bacha Bazi.

Fuente: Causas y consecuencias de Bacha Bazi en Afganistán. Afghanistan Independent Human Rights Commission. Agosto 2014. http://hitn.tvhttp://hitn.tv///www.aihrc.org.af/home/research-reports/3324

BACHA BAZI: ESTADOS UNIDOS Y SU POSTURA

Durante años, miembros de la policía afgana han abusado sexualmente de niños. Los soldados estadounidenses desplegados en ese país, quienes trabajan y viven mano a mano con los agentes locales, saben lo que pasa dentro de los cuarteles. Pero no pueden decir nada. Órdenes de arriba. Testimonios publicados por “’The New York Times” en septiembre del 2015, dan fe de los repulsivos vicios de unos y del silencio obligado de otros.El padre del marine Gregory Buckley Jr. recuerda la última preocupación que le reveló su hijo desde Afganistán: “Por la noche, podemos oírles gritar, pero no estamos autorizados para hacer nada al respecto”. Quienes chillaban eran menores traídos a la base por policías afganos para su disfrute. “Mi hijo me dijo que sus superiores le dijeron que mirara hacia otro lado porque es su cultura”, afirma el padre, citado por el diario estadounidense.

El congresista estadounidense Duncan Hunter, anunció en marzo del 2016, la presentación de un proyecto de ley, conocida como la Ley Martland, que lleva el nombre del soldado que detuvo a un presunto militar afgano abusador de niños en un cuartel. La Ley sostiene que “las violaciones de los derechos humanos, incluyendo el maltrato infantil, no serán conducidas ni toleradas en ninguna
instalación militar estadounidense.

PRESENCIA ESTADOUNIDENSE EN AFGANISTÁN

  • Estados Unidos tiene desplegados 9.800 soldados en Afganistán en tareas de entrenamiento y asistencia a las fuerzas afganas hasta final de año. Desde que empezó la guerra en el país asiático, han muerto 2.200 estadounidenses.
  • 714, 000 millones de dólares han sido los recursos económicos a Afganistán, de los cuales los contribuyentes norteamericanos han pagado cerca de 119,000 millones para reconstruir las fuerzas de seguridad afganas y el estado Afgano, así como para diversos proyectos de reconstrucción.
  • El presupuesto ha bajado en los últimos años. En 2016, Washington inyectó 5,660 millones de dólares para la reconstrucción, un monto incluso menor al presupuesto del Estado afgano de 6,400 millones ese año.

NAJIBULLAH QURAISHI (BIO)

Najibullah Quraishi es un periodista afgano-británico. Su carrera profesional comenzó en Afganistán, donde trabajó como productor, reportero y presentador de un programa social de televisión semanal “Shahr-e ma, Khana-e ma (Nuestra ciudad, nuestro hogar) durante 10 años antes de trasladarse al Reino Unido en 2002.

Después de colaborar con éxito en la película “Masacre Afgana: Convoy de la Muerte”, en el mismo año ganó el Premio Rory Peck Impact y Sony International por una película sobre el SAS en Afganistán.
En Inglaterra trabaja como director independiente, reportero y camarógrafo, además de investigador y jefe de documentales en Asia y países árabes.

Ha recibido diversos premios: Premio al Club de Prensa de Sea Sea, 2016 (Mejor documental) Premio Emmy 2013 (Noticias y Documentales); El Alfred I DuPont Award 2011; Nominación al BAFTA “Mejor Documental” 2010; UNAFF (Festival de Cine de la Asociación de Naciones Unidas.

Sus trabajos más galardonados son; ‘The Dancing Boys of Afghanistan’, Wide Angle; Detrás de las líneas del Talibán, Luchando por Osama, Las novias del opio, Los niños del Talibán y en el otro lado de la guerra.

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