En Foco repasa la vida de Alan Turing, una de las mentes más brillantes del siglo XX, matemático y héroe de guerra condenado por su homosexualidad.
EL CÓDIGO ENIGMA
El 24 de diciembre de 2013, un año después de haberse celebrado el centenario del nacimiento de Alan Turing, la Reina Isabel II emitió un perdón póstumo real por el que se exoneró oficialmente al matemático, quedando anulados todos los cargos en su contra.
A pesar de su corta vida, Turing logró un impacto único en la historia de la computación, la informática, la inteligencia artificial, la lógica, la filosofía, la biología y las matemáticas. Turing está considerado uno de los padres de la Ciencia de la Computación, desarrollando la formalización de los conceptos de algoritmo y computación mediante la llamada máquina de Turing. Tras la guerra promovió la construcción de los primeros ordenadores digitales. También contribuyó al debate sobre si las máquinas pueden pensar (Inteligencia Artificial).
Según los historiadores descifrar el Código Enigma recortó en dos años la Segunda Guerra Mundial. El trabajo de Alan Turing fue descrito por Winston Churchill como la aportación individual más importante a la victoria de los Aliados.
De 1.600 máquinas Enigmas M4 producidas a partir de 1941 hasta el final de la guerra, sólo alrededor de 100 sobreviven hasta hoy. Una de ellas ha producido un nuevo récord de precio en subasta de la casa Christie’s en el Rockefeller Center en Nueva York. La máquina, propiedad de un coleccionista estadounidense, se vendió por US$547.500.
Las contribuciones de Alan Turing a la ciencia han continuado después de muerto. Científicos británicos demostraron que la morfogénesis química efectivamente puede explicar cómo células que son idénticas pueden diferenciarse.
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